El confinamiento por el COVID-19, coincide con la Semana Santa, los días más emotivos del año en Sevilla.
Es inevitable no pensar en Esperanza, Amor, Salud.
Por esta calle no pasa ninguna procesión, sin embargo estos días desde el balcón, hemos visto pasar la Hermandad de Pino Montano. Salir, a los sones de su marcha, la Virgen de la Amargura. Este Jueves Santo, Macarena en su barrio y al Señor de la Salud con una chicotá eterna en Campana, desde nuestro balcón, con la brisa de la noche.
Ojalá pudiéramos recuperar, aunque fuera solo un poco, la mirada inocente de un niño.
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