De Bodegas Urium a la Feria de Jerez

El sol daba de lleno en la Calle Muro de Jerez, era la una del mediodía, la hora fijada. Llamamos a la puerta y enseguida se abrió, era Mario, con su acento cubano dándonos la bienvenida. Mientras nos saludábamos escuchamos a Rocío llamándonos y algunas expresiones en catalán, ya nos habían avisado que tenían visita de un grupo de la TV3. Simpáticos todos, con sus copas en la mano y la sonrisa en la cara. Iban ya a por el amontillado, pero yo no quería saltarme el fino en rama y le pedí a Mario que me hiciera el favor. Oro líquido, con el frescor natural de la bota, recorriendo la garganta, inundando cada poro de la piel, calmando el espíritu y sobre todo la caló.

Después amontillado, oloroso, palo cortado, Pedro Ximénez. Bodegas Urium conserva auténticos tesoros, vinos antiquísimos, con una fuerza demoledora. Un auténtico lujo, como la Feria del Caballo. ¡Viva Jerez!